Una de las necesidades básicas de un bebé es el contacto físico, lo que nos trae a un tema muy complicado en estos tiempos y a algo a lo que no se le da mucha importancia: La estimulación temprana, una actividad necesaria para bebés entre los 0 a 24 meses de edad.
Durante la cuarentena haz visto cómo tu bebé empieza a tener cuadros de berrinches o de aburrimiento, los que terminan en sesiones largas de llantos y días sin dormir (aplica tanto para tu bebé como para ti). Aquí entra parte importante del porqué no debemos de dejar de estimular a nuestros bebés, pues la falta de estimulación puede ocasionar leves consecuencias en el aspecto psicológico, emocional y social.
Es por eso que te contaremos cómo puedes hacerlo en casa a partir de ahora.
¿Cuáles son los beneficios de la estimulación temprana?
- Favorece en el desarrollo y potencia el desarrollo de las funciones cerebrales de tu bebé.
- Refuerza las condiciones fisiológicas, educativas, sociales y recreativas.
- Estimula el proceso de maduración y de aprendizaje en la intelectualidad, afectividad y psicomotricidad.
- Mejora la curiosidad y observación del bebé en su entorno social y familiar.
- Puede ayudar en la detección de trastornos de aprendizaje como: problemas neuronales, de desarrollo y hasta psicológicos.
- Favorece los lazos afectivos entre padres e hijo: Involucra a los padres y madres brindándole al bebé el tiempo de calidad que necesita para lograrlo.
¿Cuáles son los ejercicios básicos de estimulación temprana para tu bebé?
Empecemos por la edad: ¿Qué edad tiene tu bebé?
Para bebé de 0 a 3 meses
Durante el primer trimestre de vida puedes comenzar a realizar algunos ejercicios suaves que los ayudarán a ganar movilidad, a descubrir nuevas sensaciones y a despertar sus primeros estímulos. Mantengamos la calma y evitemos forzar los ejercicios con tu bebé.
1. Tomar sus manos y pies y jugar con sus dedos, uno a uno.
2. Tumbado boca arriba, toma las plantas de sus pies y llévale las rodillas al pecho. Repite 5 veces con cada pierna y poco a poco ve aumentando la frecuencia.
3. Tumbado boca arriba, enséñale un juguete de colores a una distancia de 30 cm de sus ojos y muévalo de un lado al otro para que lo siga con su mira y cabeza.
Para bebé de 3 a 6 meses
A medida que el bebé va creciendo y ganando habilidades, y debemos empezar a hacer ejercicios boca abajo para que gane fuerza en los músculos del cuello, poco a poco y respetando siempre su disposición para hacerlos, sin forzar el ejercicio, siempre manteniendo la fluidez para crear un ambiente relajado para ti y tu bebé.
1. Tumbado boca arriba, haz suavemente el movimiento de la bicicleta con sus piernas.
2. Tumbado boca arriba, dóblale una pierna mientras extiendes la otra y ayúdale a girar hacia el lado de la pierna extendida. Repite con la otra pierna el mismo ejercicio. Este ejercicio ayudará a mejorar su sincronización.
3. Tumba a tu bebé boca abajo y coloca algunos juguetes delante de él/ella, este ejercicio hará que trate de alcanzarlos y refuerce su área de motricidad.
¿Qué pasa cuando no hay estimulación temprana?
No todos los niños que son estimulados se realiza de manera correcta o con la frecuencia necesaria. La falta de estímulos en el bebé pueden causar a la larga las siguientes consecuencias, tales como:
- Retrasos con las habilidades intelectuales (falta de atención, retención de información, etc.)
- Dificultad para integrarse a la sociedad (no se integraría fácilmente).
- Mal manejo de las emociones (confusión sentimental, problemas al relacionarse).
- Deficiente auto-control (falta de tino, problemas de comportamiento, violencia, etc.).
La Estimulación Temprana cumple un papel importante en cuánto al desarrollo y detección de problemas en le crecimiento en tu bebé, por ello es recomendable visitar al pediatra y tomar sesiones de estimulación para mejorar el desarrollo de tu bebé a cargo de un especialista en la rama.
Recomendaciones
- Visita a tu pediatra cada 2 o 3 meses hasta los 24 meses de edad.
- Mantente al tanto de sus avances y siempre consulta con un especialista.
Importante
Esta nota cumple un rol estrictamente instructivo, no reemplaza la atención y recomendación de un pediatra.
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