15 consejos para el cuidado y limpieza natural de la piel del bebe

La piel del bebé tiene unas características especiales y para mantenerla siempre sana, necesita de unos sencillos cuidados que deben tener en cuenta los padres. La piel del recién nacido es de un 40 a un 60 por ciento más fina que la de un adulto y, por tanto, es más permeable a muchas sustancias, que pueden resultar tóxicas.  A continuación, en este artículo te detallamos quince consejos que debes tener en cuenta para el cuidado de la piel de tu bebé.

1. Evitar la exposición solar

Se desaconseja exponer al sol a los bebés menores de seis meses, porque su piel es muy sensible y aún no ha desarrollado plenamente su capacidad para segregar melanina, el pigmento que la protege. Estos bebésse queman y se deshidratan con mucha facilidad, y además todavía no es conveniente aplicarles crema solar. A partir del sexto mes de vida sí pueden exponerse al sol, pero solo por poco tiempo y, por supuesto, bien protegidos, con una crema solar con factor de protección elevado y fuera de las horas centrales del día.

no exponer al sol al bebe

2. Proteger al bebé de las altas y bajas temperaturas

En invierno debemos proteger al bebe del viento y el frío, que también pueden irritar la piel de su cara, por lo que debemos llevarlo en un porta bebés adecuado o usar la capota del cochecito si hace mucho viento.

En época de verano, debemos de mantener una temperatura adecuada dentro de casa, refrescar las estancias abriendo ventanas cuando menos calor haga; alejar al recién nacido de estancias calurosas, especialmente si se usa el horno en la cocina o alguna otra maquinaria que eleve la temperatura de la habitación; estar en las habitaciones donde menos dé el sol; usar ventiladores u otros mecanismos de refrigeración a un nivel suave y que no incidan directamente en el pequeño.

3. Utilizar ropas de algodón

Una buena costumbre es mirar bien las etiquetas, eligiendo ropa de algodón natural, preferiblemente orgánico, que es transpirable y no lleva añadidos de fibras sintéticas. Hay que cortar bien las etiquetas antes de ponerle la ropita al bebe, pues su roce puede irritar su piel y hasta hacerles rapaduras.

Es importante lavar la ropa antes de ponérsela por primera vez y hacerlo siempre con jabones naturales, diseñados para su piel y no usar suavizantes. Las nueces de lavado, que son naturales completamente, son una opción muy aconsejable, ya que evitan cualquier tipo de alergia a los químicos.

4. Cuidar los pliegues de la piel del bebé

En los pliegues de la piel se acumula sudor, suciedad, restos de leche o pelusillas. Además de en el cuello podemos encontrar esos pliegues en las axilas, los muslos y hasta en los michelines. Esto puede producir irritación en la piel, tanto que se quede levantada, inflamada o escamada. Para cuidarla y evitar infecciones primero sería conveniente limpiar bien estos pliegues antes del baño, con un algodoncito mojado en aceite para bebés preferiblemente natural. Luego, limpiarlos bien en el baño, sin tironear, y usando siempre productos hipoalergénicos adecuados, sin pasarse con el jabón y usando la mano mejor que cualquier esponja.

Cuando salga del baño hay que secar esos pliegues con mucha delicadeza, sin frotar, pero evitando que se quede humedad. Luego podemos cuidarlos con crema intima, pasta al agua o la crema hidratante de bebés hipoalergénica y natural. También da buen resultado poner pasta de maicena o leche materna, limpiándola luego.

5. No es necesario el baño diario

El baño puede representar un momento de disfrute para los padres y el propio bebé (aunque algunos necesitan cierto tiempo para que les resulte placentero), pero por razones de higiene no es necesario, ni recomendable, que bañes a tu bebé cada día.La piel del bebé tiene sus propios mecanismos de autolimpieza y en determinadas zonas no es necesario el baño diario. El aseo diario no está justificado porque su excesiva frecuencia y duración puede favorecer la aparición de sequedad en la piel o dermatitis irritativa.

Es mejor restringir el baño a  3-4 veces por semana y cuidar diariamente  la limpieza de las áreas más críticas: las partes íntimas en cada cambio de pañal, la boca, la nariz y el cuello después de  cada toma de pecho o biberón, los ojos,  la parte externa de las orejas y las manos cuando sea necesario.  Siempre con suavidad  y especial atención a los pliegues, dejándola después bien seca.

6. Bañar al bebé con jabones neutros

Dado que su pH es ácido y varía entre 4,5 y 6 según las zonas, se han de evitar jabones alcalinos, que aumentan su pH, dando lugar a irritaciones e infecciones. Los pediatras recomiendan usar por el contrario jabones neutros, con baja acidez, preferiblemente los de pH neutro, y antibacterianos, que no tengan perfume. No es necesario utilizar jabón a diario, salvo en zonas sucias como manos o axilas. Además según los expertos no es necesario aplicar demasiada cantidad y a la hora de enjabonar, es posible hacerlo con la mano o con una esponja suave.

7. Emplear lociones humectantes después del baño

Al nacer, la piel suele estar seca y presentar descamación. Para evitar esta sequedad son útiles las lociones humectantes después del baño. La función de las cremas o lociones corporales es proporcionar una mayor hidratación y plasticidad a la piel del bebé, si fuera necesario. La expertos recomiendan el uso de estos productos cuando la piel del recién nacido esté muy seca o presente descamación en algunas zonas, algo muy frecuente en las primeras semanas.

Lo idóneo es optar por cremas hidratantes  específicas para el bebe que no estén perfumadas y no contengan ni colorantes ni conservantes. Hay que tener en cuenta que la piel del bebé es muy finita y puede absorber muy fácilmente sustancias que contactan con su piel. Por este motivo, no se le puede poner en contacto con cualquier tipo de crema, jabón o antiséptico. Siempre es recomendable usar los productos que recomiende el pediatra o el dermatólogo que ve al bebé regularmente.

8. Cambiar del pañal de manera frecuente

Una de las principales premisas es cambiar de pañal al bebé con suficiente frecuencia, para evitar el contacto prolongado con la orina o las heces. El factor crucial en la prevención de la dermatitis irritativa del pañal parece ser el número de cambios de pañal al día. Los recién nacidos necesitan mayor cantidad de cambios de pañal, incluso se pueden alcanzar las diez veces al día. A medida que va creciendo, solo habrá que cambiarle después de comer, antes de que se acueste, cada vez que se despierte y antes de salir a pasear. Se debe limpiar muy bien toda la zona y, para proteger la piel, poner una crema específica.

9. De preferencia, optar por pañales ecológicos

Si decidimos usar pañales debemos poner mucha atención en su uso y elección. Hay niños que toleran los pañales habituales pero otros sufren alergias e irritaciones simplemente por el contacto con los productos químicos que contienen. En esos casos es aconsejable optar por pañales desechables de fibras orgánicas o por los lavables de tela. Hay pañales específicos para niños o niñas, adaptados a pieles muy sensibles, para recién nacidos prematuros, con apariencia de bañador, para niños que ya han superado la última talla de pañales regulares, etcétera. La industria de los pañales ofrece cada vez más opciones que se adaptan a todas las necesidades.

En caso de optar por los pañales de tela, la pediatra Teresa Atalaya recomienda «usar jabón suave para lavarlos y prestar especial atención al aclarado», para evitar que queden restos de los productos jabonosos.

10. Usar preparados sin alcalinos para cambiar el pañal

Son apropiados los preparados sin alcalinos, enriquecidos con agentes aditivos grasos e indicados exclusivamente para el cuidado de las áreas especiales y delicadas del bebé. Además las costras o elementos que puedan permanecer adheridas a la piel se eliminan con la ayuda de aceites.

11. Limpieza rigurosa de la zona íntima del bebe

La zona del pañal debe permanecer siempre limpia y seca. Para ello, en cada cambio, se debe limpiar con paños de algodón naturales (o con una esponja empapada en agua), prestando especial atención a los pliegues en los que pueden haber heces u orina ocultos.

12. Dejar airear la piel del bebé de la zona íntima

Si el pequeño presenta irritación , es recomendable prescindir del pañal, si es posible, algunas horas al día. Con esta medida se consigue airear y secar la zona irritada y se facilita su curación. Se puede optar por dejar  la zona intima al aire un rato después de retirar un pañal sucio.

13. Valora el uso de cremas o pomadas especiales para la zona íntima del bebé

Una de las formas más eficaces de prevenir irritaciones en el potito del bebé es proteger esta zona con un producto que aísle la piel del contacto con el pañal y la humedad. Los especialistas apuntan que lo más eficaz son las cremas de pasta con óxido de zinc, que actúan como barrera y ayudan a disminuir la irritación y, además, son muy recomendables cuando el niño tiene diarrea. Con cada cambio de pañal se debe retirar bien esta crema y volver a aplicarla de nuevo.

14. Evitar los polvos de talco

Aunque tradicionalmente el polvo de talco ha sido uno de los productos imprescindibles de la canasta del bebé para el cuidado de la zona genital, hoy en día los especialistas en pediatría desaconsejan su uso.  En el caso de irritaciones con herida en la zona del pañal, el polvo puede penetrar y se puede incrementar la inflamación. Además,Recientes investigaciones señalan que existe riesgo de que el bebé inhale los polvos de talco durante su aplicación y le provoquen severos problemas respiratorios

evitar uso de talco en el bebe

15. Limpiar la suciedad de su carita después de comer

La leche que toman los bebés rara vez se quedará solamente dentro de su boca. Puede chorrear, especialmente si toma biberón, o ser expulsada al terminar la toma en forma de grumos. Esa leche en su carita o su cuello también puede producir irritaciones, por lo que es mejor limpiar la zona con un paño húmedo y cambiar la ropa si se ha mojado. Dejarle la carita sucia puede ser causa de una erupción y es mejor prevenirlo. Usar un babero ayuda, pero limpiarles bien, con suavidad, después de la comida también es aconsejable.