A pesar de que se considera a la repostería un arte, preparar postres en casa puede llegar a ser un dolor de cabeza o generar mucha frustración. Existen tantas técnicas y postres innovadores que nos llaman la atención y nos pica el bichito de poder replicar lo que encontramos en redes sociales. Este no siempre es un proceso exitoso porque al no tomar en consideración aspectos básicos y querer crear cosas increíbles, fallamos en el intento. Es por esto que no están de más algunos consejos básicos, pero esenciales que nos ayuden en la difícil tarea de preparar postres en casa. Estos buscan ser el soporte para que nunca más se te queme un postre o tengas que repetir infinitamente un resultado que no cumple con tus expectativas.
Estos son los 7 tips que necesitas para preparar postres en casa y no fallar en el intento:
Lee la receta antes de empezar
Llega a parecer obvio, pero muchas veces subestimamos todo lo que esta pueda decir. Conocer qué es lo que nos espera es primordial para tener una buena base. Asegúrate que tienes completos los ingredientes (y los que quieras agregar como tu toque personal), conoce el paso a paso y ten a la mano los utensilios que necesites. Cada número e indicación que esta dé son vitales. Es preferible saber si estás al tanto de las técnicas o si no tienes en tu poder un utensilio importante para la elaboración de tu postre, antes de empezar porque así se logrará prevenir cualquier contratiempo.
Mide todo lo necesario
La repostería no solo es un arte, es una ciencia. Por esto, las medidas de todo lo que incluyas es sumamente importante. Si no se tiene la medición adecuada, te aseguras de estar siguiendo la receta del fracaso. Cada gramo adicional o faltante podría ser el causante de un sabor o textura en el postre que malogre por completo el producto final. Mini tip: pesar los insumos es una forma de medir de manera más exacta, así que comprar una balanza para alimentos es una buena inversión.
Usa ingredientes a temperatura ambiente
Muchas veces hacemos las compras con varios días de anticipación y guardamos todo en la refrigeradora para tener todo listo y no nos falte nada. Cuando llega el gran día, sacamos lo refrigerado y empezamos a mezclar. ¡Este es un gran error! Para lograr un gran postre, lo mejor es usar los ingredientes más frescos posibles y a temperatura ambiente. Al usarlos de esta manera, nos aseguramos que la consistencia y textura no se vea modificada. Por ejemplo: usar mantequilla fría no va a permitir que la masa de esponje y la derretida en microondas va hacer que el resultado final quede muy grasoso.
Sigue las instrucciones al pie de la letra
Al ser una ciencia, no solo las cantidades son vitales. Seguir los pasos y los tiempos indicados, es necesario para poder lograr el objetivo. Tamizar los insumos secos, mezclar ciertos ingredientes o el número de minutos que se debe batir la mezcla va a generar un impacto en la consistencia de la masa. Uno de los puntos con el que se debe cuidar muchísimo es la temperatura del horno adecuada y el momento en el que se debe precalentar. Cuida todos los detalles y vas a haber menos espacio para que los errores ocurran. Si es que es tu primera vez probando recetas de nuevos postres, debes ser consciente que la receta está indicada de esa manera por una razón. La experiencia te permite optar por otras opciones, pero al no ser conocedor del tema es más adecuado seguir lo que alguien más ha determinado previamente.
Mantén los utensilios limpios, secos y en orden
La limpieza y que los utensilios estén secos hay que mantenerlo siempre en mente desde que hacemos las mediciones y separamos lo que necesitamos de cada ingrediente, hasta que ponemos la masa en el molde. Un recipiente mojado es capaz de malograr la mezcla de los secos o un poco de harina en las yemas a punto de nieve generaría que estas no crezcan lo suficiente. Estos detalles harán que la mezcla final sea lo más perfecto posible. Por el apuro este es un punto que es muy probable que se le tome poca atención, pero además de ayudar a evitar situaciones inoportunas nos ayudar a ser más ordenados. Este es un aspecto crucial al preparar postres en casa porque el desorden también puede provocar que nos olvidemos de incluir o duplicar algún insumo.
Siempre cuida la temperatura del horno
Como ya lo dijimos antes: controlar la temperatura es importante. No solo en los ingredientes antes de iniciar la preparación, sino también es oportuno revisar la del horno antes y durante el tiempo de cocción. Hay masas que necesitan mucho calor, otras no tanto; por esto debemos cuidar que se coloque el número de grados indicado para evitar un postre quemado. Además, se debe recordar que una vez que el molde con esté dentro del horno, no se debe abrir la puerta. Al hacerlo se generaría un cambio brusco de calor, pues el aire caliente sale del espacio cerrado. Esto causaría que la masa de pan no crezca lo necesario, por ejemplo.
Antes de decorar, espera
Estando tan cerca del producto terminado, podemos apurarnos y empezar a decorar en el instante en el que sacamos el postre. ¡Este no es el momento óptimo! Es mejor esperar el tiempo que sea necesario para trabajar sobre una superficie que no esté caliente, sobre todo si es que estamos trabajando con crema de mantequilla. La paciencia es imprescindible, así que esperar es lo más adecuado que podemos hacer para terminar el último tramo de manera exitosa.
Estos son solo algunos tips que puedes aplicar en tu siguiente intento de preparar postres en casa. Si es que las cosas no salen como lo esperabas, no te desanimes y sigue intentando porque con la práctica vienen mejore resultados.
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